jueves, 16 de abril de 2009

..::: Dans Cette Rue :::..

En esa esquina la vio preguntándose si la vida la mantendría ahí eternamente.
Sobre sus cabezas la noche se dejaba caer, en una estela de luz concebida por la luna en medio
de la dolorosa penumbra, que reflejaba sus bellos ojos llenos de una incandescente atracción. A el, su corazón volvió a sentir correr en latidos fulminantes, de forma tan extraña y tan fuerte, que llegaba a creer que la muerte lo espera del otro lado de aquella calle.

La observo, la contemplo lleno de pasividad y ternura que su rostro se perdía completamente
en ella. Y en el punto mas alto de luna, su cuerpo comenzo a bailar al rededor de el, encerrándolo e invadiéndolo de su arrasadora esencia. Nada en el se volvió algo cuerdo, todo en esa noche se convierto en un absurdo teatral, un absurdo que se convierto en realidad. En su razón palpitaban los sentidos de lo impropio, de lo prohibido de su sentir, pero en su corazón una verdad se quería hacer ver ante la noche. ¿De que verdad me hables arropado corazón?. Se preguntaba el. Nada, nada de lo que tu ahora puedas saber........

lunes, 13 de abril de 2009

...:::: ¿?:::::....

El cielo se apaga al pasar las horas y lo cimientos de la que alguna vez fue la vida de
aquel hombre sentado en la calle, ultrajado por los vientos que aprontan el anochecer
debutante. Se sienten aquellos miles de aspirar de tabaco provenientes de un cigarro, gastado
y maltrecho con el tiempo. Una y otra vez los cigarros pasan por sus manos, acabando con
su vida o tal vez ayudandolo a olvidarla por un minuto. De cerca se ve, que a tan corta edad,
su ojos lloran aquejados de la vida, tan corta pero dolorosa vida. Sumido en si, en el, en su absoluto "yo".

Cayendo la noche se pone de pie, tomando el pasto del piso lo huele y da cuenta que aun vive.
Toca su pecho y denota el latir de su corazón, tan rápido y latente corazón. Mira al cielo, sonríe, y creyendo a ver visto la razón de su perdida existencia corre, corre por las calles ensordecidas de bulla y estruendo de la incansable urbe. A un ritmo insaciable no para de moverse, de un lado a otro, imposible de ver, imposible de parase y preguntarse: ¿ Porque? ¿ Porque aun creo en mi?. Y de pronto, de un momento a otro, se para en seco en un esquina, mareado por tan rápido avanzar mira a todas direcciones, mil sentidos sin control, hasta que elige uno. De aquella esquina a la otra, contempla una figura, la ve fijamente , y queda con la gran duda de la existencia de este fantasma. Sin miedo, y ante el nuevo misterio que le ha traído la vida, se decide a cruzar. Por las concurridas y pútridas calles de la ciudad, avanza.

Del otro extremo se detiene, la figura es ahora totalmente clara. La ve, la ve fijamente a los ojos, y de pronto el latir de su corazón se vuelve aun mas duro, el corazón quiere salir. ¡se quiere escapar!. Pobre, pobre corazón consumido en el miedo. Con su mano toca su pecho que alivia al asustadiso corazón y dice: ¿Porque? ¿ Porque tu? ¿Seras tu?. Una neblina estremece los cimientos de la ciudad , cubriéndolo todo . El hombre a quedado cegado y sin habla, solo piensa, hace de su vida la filosofía mas aguda y profunda, con un corazón que grita: ¡¿Que eres tu?!.