Realmente se vuelve evidente,
basta con mover la mirada tan sutilmente un cuarto,
talvez, del espacio que me rodea, para darte cuenta
que por aquí el tiempo ya no corre. la interminables horas
que antes eran culpables de dolores, hoy se condensan
en mis ojos, en estos ojos que quisieran ya no abrirse mas.
Porque simplemente, fuera de tiempo, la vida se vuelve un flujo
monótono que nunca cambia, y del cual también se tiene conciencia
que nunca cambiara.
Se vuelve inevitable el conformismo iluso
en que se desenvuelve el alma que me acompaña hoy a mi lado,
y digo a mi lado porque se me ha ido forjando con mas fuerza
el convencimiento de que mi cuerpo se esta quedando sin alma.
No por derrochante decisión corpórea, si no porque simplemente
un alma en un cuerpo fuera de tiempo se le vuelve inservible,
pero el cuerpo sin alma, se convierte tan solo en sombra,
en un nuevo espacio del que abastece a la vida para llenar
y una nueva labor para la muerte. Una mas de la miles y miles.
Eterna indecisión, porque yo a su vez , la sostengo para que no emprenda
la partida, a pesar de que parte de mi la quisiera dejar ir.
La utopía y esperanza revienta en mi, y revientan fuerte.
Es el sádico juego que disfruta la vida con uno, un tira y afloja
que duele hasta los huesos, con frió incesante, insaciable pero también
querible. "¡ Callate! ¡Callate!. Impresentable lo que dices". Y que puedo hacer,
soy yo el que habla y no otro por mi, aquí no se desprende la mentira ni el engaño,
tampoco es la verdad; Sencillamente es la mas pura emoción fuera de la carne
que te cuelga al mundo. De sentir o no, ya no importa, todo se vuelve vano
en un espacio sin tiempo. Lo que eliges o rechazas, lo que tomas o prefieres
dejar, lo que atrae o repugna. ¡Todo es pura mierda!.
Vivo mi presente congelado, libre en un espacio blanco, la tierra
que no siento correr el tiempo, que no siente el dolor, la pena, la felicidad,
el amor, el odio. Sola la soledad, esa soledad interminable que abraza fuerte.
Y aunque mis ojos puedan ver de que trata el tiempo, nada es lo parece
en realidad, porque el deseo mas grande de esta tierra es volver a sentir
el tiempo, volver a creer en la mortalidad, en que el día de mañana todo
se puede terminar de golpe. Hasta ahora lo único que mi cuerpo quiere
es eso, desaparecerse de golpe.
basta con mover la mirada tan sutilmente un cuarto,
talvez, del espacio que me rodea, para darte cuenta
que por aquí el tiempo ya no corre. la interminables horas
que antes eran culpables de dolores, hoy se condensan
en mis ojos, en estos ojos que quisieran ya no abrirse mas.
Porque simplemente, fuera de tiempo, la vida se vuelve un flujo
monótono que nunca cambia, y del cual también se tiene conciencia
que nunca cambiara.
Se vuelve inevitable el conformismo iluso
en que se desenvuelve el alma que me acompaña hoy a mi lado,
y digo a mi lado porque se me ha ido forjando con mas fuerza
el convencimiento de que mi cuerpo se esta quedando sin alma.
No por derrochante decisión corpórea, si no porque simplemente
un alma en un cuerpo fuera de tiempo se le vuelve inservible,
pero el cuerpo sin alma, se convierte tan solo en sombra,
en un nuevo espacio del que abastece a la vida para llenar
y una nueva labor para la muerte. Una mas de la miles y miles.
Eterna indecisión, porque yo a su vez , la sostengo para que no emprenda
la partida, a pesar de que parte de mi la quisiera dejar ir.
La utopía y esperanza revienta en mi, y revientan fuerte.
Es el sádico juego que disfruta la vida con uno, un tira y afloja
que duele hasta los huesos, con frió incesante, insaciable pero también
querible. "¡ Callate! ¡Callate!. Impresentable lo que dices". Y que puedo hacer,
soy yo el que habla y no otro por mi, aquí no se desprende la mentira ni el engaño,
tampoco es la verdad; Sencillamente es la mas pura emoción fuera de la carne
que te cuelga al mundo. De sentir o no, ya no importa, todo se vuelve vano
en un espacio sin tiempo. Lo que eliges o rechazas, lo que tomas o prefieres
dejar, lo que atrae o repugna. ¡Todo es pura mierda!.
Vivo mi presente congelado, libre en un espacio blanco, la tierra
que no siento correr el tiempo, que no siente el dolor, la pena, la felicidad,
el amor, el odio. Sola la soledad, esa soledad interminable que abraza fuerte.
Y aunque mis ojos puedan ver de que trata el tiempo, nada es lo parece
en realidad, porque el deseo mas grande de esta tierra es volver a sentir
el tiempo, volver a creer en la mortalidad, en que el día de mañana todo
se puede terminar de golpe. Hasta ahora lo único que mi cuerpo quiere
es eso, desaparecerse de golpe.