domingo, 3 de agosto de 2008


Que buscas,
que quieres
de tu vida denigrante
que decae con el
correr de las horas
y que calla junto
con tu pesar,
con tu tristeza,
con tu soledad.

Ahora que acaba todo,
ahora que no queda nada,
tan solo una herida,
perpetrada en lo
profundo del corazón.

Y la noche se aquieta,
el frío apaga el dolor,
y el eco de los gritos
se extingue en lo
profundo.
En la noche,
en las sombras,
en la oscuridad misma.

¡Silencio!
ya no tienes vida,
aquí se termina todo,
aquí se degrada tu alma.
Y las lágrimas corren,
los gritos se silencian
y el respiro es inexistente.

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