sábado, 20 de marzo de 2010

Los Ilusos

Escuchar
el cristal roto
es el repulsivo honor
que nos ganamos unos pocos.
De la herida y el rechazo
somos hijo predilectos
usufructuando en contra
de un delirio maquinista;
Si bien la razón nos persigue
con olfato fino, seremos
nosotros quienes golpeemos
su rostro.
De tierra
De hierro y luz.
Su cara de lirios marchitos.

Somo la bipolaridad
en el ser engranado,
que con su llorar
infame, nos entorpece
nuestro infinito andar.
Hijos de la yaga,
abierta quizás, hasta
el punto mas alto
del cielo, donde el
camino se alarga.
Es nuestro idilio,
el edén, el sueño de
nuestras almas por
acabar con el silbido
de la ordenanza.

El quejar
de unos pocos, con
el mundo sobre la espalda,
y nuestros sueños, el único
soporte.

domingo, 7 de marzo de 2010

:..:.::

El sueño,
el circulo implacable
de los cortes autodidactas.
Sangre inmaculada
que brota en la
incapacidad de
mis manos.
De no hacer daño,
de no herir.
Incapacidad
de crear el mal
que el mundo otorga.

Un dios,
una yaga,
una fe ciega
manchada por
la sangre.
Pero acaso de mi
no brota también
el agua que
marcha en cada
párpado hacia
el camino inconcluso
con un fusta ardiente
amarrada al corazón.

En mi nace el sueño;
En ti la mas grande realización
del pensamiento.
Porque soy mi cristo,
mi redentor, mi sangre,
mi agua. En ti, soy
la plena transfusión.